Melisa Johanna Jaimes Manosalva
melijohan@hotmail.com
Universidad de Playa Ancha, Valparaíso, Chile
Recibido: 23 de Abril de 2015
Aceptado: 03 de Junio de 2015
Palabras clave • Patrimonio / Patrimonio documental / Consumo cultural / Partituras musicales
Key Words • Heritage / Documentary heritage / Cultural consumption / Music scores
El interés por abordar el conjunto de partituras musicales que reposa en el Fondo de las Artes y asuntos patrimoniales de la Universidad de Playa Ancha, surge del conocimiento previo de un archivo privado con partituras editadas por la Casa Amarilla, que permitió una aproximación al valor de este tipo de documentos como soporte de la vida cultural del Valparaíso de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX.
El Fondo cuenta, en total, con un conjunto de 166 documentos conformados por 115 partituras individuales, 3 álbumes musicales que contienen 24 obras musicales y 27 hojas sueltas de partituras cuyo contenido se halla fragmentado y requieren de una investigación más profunda a fin de completar esta información. Esta colección llegó a manos de la doctora María Teresa Devia Lubet, coordinadora de postgrado de la Universidad de Playa Ancha y directora del Fondo, por un golpe de suerte, ya que se encontraba en una calle del cerro Playa Ancha, en una caja que iba a ser dispuesta como basura.
En su gran mayoría, las partituras se encuentran en un adecuado estado de conservación, aunque algunas de ellas tienen anotaciones, están rotas y/o remendadas, debido al uso y cuidado que tuvieron por sus propietarios, antes de ser integradas al Fondo.
Las partituras están compuestas por una portada, generalmente ilustrada y alusiva al título de la obra; por el cuerpo del documento donde se encuentran los acordes y la letra de la canción en algunos casos; y por la página posterior que solía tener información de la editorial, otros títulos publicados o incluso publicidad de instrumentos musicales.
La propuesta de investigación, a partir del estudio de estas partituras, tiene una alta implicación tanto en la intervención del bien, como en la transferencia de su valor patrimonial, al involucrar, a grandes rasgos, tras un proceso de tres pasos: la organización y catalogación del archivo; el análisis histórico correspondiente; y la difusión y transferencia de la memoria musical que custodian.
El acercamiento a los documentos se dio, principalmente, en tres momentos: en primera instancia, se inició el proceso de identificación del conjunto de partituras musicales que existen en el fondo, encontrándose que no se hallan catalogadas ni organizadas bajo ningún criterio, por lo que se acordó, con el encargado del archivo, un horario semanal para abordar la revisión, mirando específicamente su portada, estilo musical, datos de origen y, en los casos en que se registraba, el año de publicación
En un segundo momento se continuó con el registro de las casas editoras de las partituras, los países de origen de las obras, los estilos musicales y la riqueza iconográfica de sus portadas. También se hace notoria la aparición de publicidad tanto de las obras editadas en las casas disqueras, como de los listados con los principales éxitos musicales del momento.
Durante este proceso se pudo lograr – a partir de la información contenida en las partituras sobre las casas editoriales y distribuidoras en Chile-, una aproximación a los principales centros de la industria musical en el país, identificándose las ciudades de Valparaíso, Santiago y Concepción como sedes importantes de la misma (Tabla N°1).
TABLA N°1: CASAS EDITORAS Y/O DISTRIBUIDORAS DE PARTITURAS
Fuente: Elaboración Propia
CASAS EDITORAS – DISTRIBUIDORAS EN CHILE |
SEDES |
Almacén de Música Carlos Brandt |
Valparaíso, Santiago, Concepción |
Matthelsonhn & Grimm (Sucursal de Carlos Brandt) |
Valparaíso, Concepción |
Casa Kirsinger & CIA |
Valparaíso, Santiago, Concepción |
Editorial Casa Amarilla |
Valparaíso, Santiago |
Brunswick. Distribuidores para Chile: Casa Hans Frey Eckhardt & Pieper |
Valparaíso, Santiago |
Almacén de Música y Pianos de Pablo Bas |
Valparaíso |
Almacén de Música La Scala de Milán |
Valparaíso |
Almacén de Pianos y Música Carlos Doggenweiler |
Valparaíso |
Almacén de Música de Doggenweiler Hnos y CIA |
Santiago |
El Palacio de la Música |
Santiago |
Litografía Barcelona |
Santiago |
Litografía Carlos Granzini |
Santiago |
Por último, una vez finalizada la revisión de los documentos, se procedió a realizar la catalogación de la información, de forma que el contenido permitiera organizar, sistemáticamente, las partituras y así dar paso al proceso de investigación sobre el consumo cultural en Valparaíso durante los años 1890 – 1930.
La delimitación temporal de la investigación obedece, entre otros factores (de 1890 a 1930 que son los años en que se enmarcan la gran mayoría de las partituras estudiadas), a que durante este período no sólo en Valparaíso, sino en el territorio nacional, se venía generando desde mediados del siglo XIX un creciente movimiento en torno a la interpretación musical:
La V región fue testigo de la aparición de la Sociedad Filarmónica de Valparaíso (1845), la Sociedad Santa Cecilia, la Sociedad Harmónica (1860), la Sociedad Musical (1873), el Círculo del Lied, el Club de Cítara, la Sociedad Filarmónica de Artesanos, la Sociedad Roma y la Sociedad Alemana de Canto, todas ellas de Valparaíso. En el norte del país nació la Sociedad Filarmónica de Antofagasta (1889), la Sociedad Filarmónica de Copiapó, el Club Musical de Copiapó, el Club Musical de Ovalle (1886) y la Sociedad de Música Italiana de Copiapó (1877). (Biblioteca Nacional de Chile, Memoria Chilena, 2014)
Esta tendencia alcanzó un gran auge durante el cambio de siglo, momento en que el puerto de Valparaíso se consolidaba como uno de los principales del Pacífico, y en donde la fuerte presencia de migrantes y transeúntes extranjeros enriqueció las expresiones culturales de la región y posibilitó que en este puerto se presentaran una serie de espectáculos y eventos relacionados con la escena musical.
Así, “en el período 1890 – 1930 surgen en Chile orquestas de baile, compositores y solistas instrumentales de música popular, y ocurren las primeras manifestaciones de una cultura musical de masas con el impacto y desarrollo en el país de las industrias discográfica, radiofónica y cinematográfica”. (González & Rolle, 2005)
Esta fase aportará un estudio a fondo sobre el consumo musical de la ciudad en el período 1890 – 1930, al igual que los imaginarios culturales, procedentes, esencialmente, de Europa, que fueron transferidos a los porteños durante estos años.
Los pensadores liberales y positivistas de fines del siglo XIX pensaban que la modernidad podía alcanzarse sólo si el patrón cultural Indo – Ibérico era reemplazado por uno nuevo, abierto a Europa y Estados Unidos, pero no reconocían cuan profundamente influidos seguían estando por los viejos prejuicios racistas típicos de tal patrón. Al mismo tiempo su visión de la modernidad se moldeaba por el deseo un poco ingenuo de llegar a ser una imagen verdadera de los Estados Unidos o de Europa. (Larraín, 2001).
La Gráfica N°1 permite observar los países de donde procedían las partituras que se encuentran en el Fondo, información extraída en conjunto con los datos sobre las casas editoriales y litográficas, encargadas de publicar y distribuir las mismas.
GRÁFICA N°1
Fuente: Elaboración propia
En el ámbito sudamericano, junto a Chile, como el principal proveedor, se establece Argentina, proporcionando así el mayor número de documentos con un total de 87 partituras, lo cual se encuentra provisto de una cierta lógica que podría atribuirse a la proximidad limítrofe de ambos países.
Respecto a Europa, los estilos y composiciones musicales provenientes, principalmente, de Alemania, Francia, Italia e Inglaterra, son las que van a prevalecer en las partituras que circulaban en Valparaíso, en coherencia también con los parámetros europeos que la élite porteña de la época ansiaba reproducir: “Francia e Inglaterra eran los referentes valorados en la búsqueda por imitar el estilo de vida asociado al refinamiento, al lujo, la sofisticación y el estatus social”. (Henríquez, 2013).
El período en que se enmarcan las partituras corresponde a finales del siglo XIX, años en que Valparaíso era considerado el principal puerto del país y uno de los más importantes de Sudamérica; el ser centro de intercambios y relaciones económicas con otras naciones, llevó a que diversos migrantes europeos poblaran sus calles, trayendo junto con ellos sus productos, costumbres y tradiciones culturales, los cuales contribuyeron, directamente, en el desarrollo cultural del puerto.
Se hace manifiesta la persistencia [hacia 1890] de una práctica musical esencialmente europeizante en el ámbito del concierto público o bien de la música doméstica y de salón. En las artes y las letras también se despliega un tipo de consumo cultural fuertemente influido por los modos francés e inglés, que para la élite chilena, representaban las manifestaciones más legítimas de la civilización moderna. Estas expresiones alcanzaron asimismo el espacio del tiempo libre y de las costumbres recreativas, las formas de sociabilidad y los modos de relacionarse y establecer vínculos sociales. (González & Rolle, 2005)
Para su desarrollo, la investigación se ha estructurado de la siguiente forma: de una parte, se realizará un seguimiento cercano del contenido de las partituras, lo cual permitirá establecer la oferta cultural del período en estudio, identificando los bailes, salones y establecimientos donde las expresiones artísticas tuvieron cabida en la ciudad. La investigación pondrá especial énfasis en la realización de un análisis histórico que permita esclarecer los estilos artísticos más relevantes del período 1890 – 1930, los imaginarios culturales transferidos mediante el diseño gráfico de sus portadas, las obras musicales que fueron objeto de las partituras, así como los usos y gustos culturales de la sociedad porteña: “en las ofertas de partituras sueltas y de álbumes musicales de fines del siglo XIX, el vals y la polka serán los géneros que marchen a la cabeza, siendo también los que resistan con más éxito los embates de la modernidad y la febril llegada de los nuevos bailes del siglo XX”. (González & Rolle, 2005).
Un primer acercamiento a las partituras, que se encuentran en el Fondo de las Artes y asuntos Patrimoniales de la Universidad de Playa Ancha, llevó a que se pudieran determinar los estilos musicales predominantes durante este período. (Gráfica N°2).
GRÁFICA N°2
ESTILOS MUSICALES
Fuente: Elaboración propia
El vals con sus diversas variantes (vals Boston, vals Mélodique, vals Poétique, etc.) será el estilo musical de mayor influencia durante el período en estudio, junto con la marcha y la polka. La ópera, la fantasía, la mazurka y el scottish siguen en la lista de las obras encontradas; por último, diversos ritmos como la gavota, el fado, el tango, la zarzuela, la polonesa y la jota, entre otros, también estarán presentes en las interpretaciones musicales de la época, aunque en muy menor medida.
Es de señalar que, teniendo en cuenta que es esta una investigación en curso, bajo el grupo S.N. de la gráfica se incluyen los datos de los fragmentos de partituras cuya información se encuentra incompleta, al igual que un par de publicaciones con lecciones para piano, cuyo contenido es de ejercicios para fomentar la destreza de los intérpretes, y, por lo tanto, aún no se encuentran catalogados en un estilo musical junto con el resto de obras.
Lo anterior busca resaltar la importancia de estos bienes como soporte documental, pues “la música popular proveniente de Estados Unidos y Europa circulaba a través de la importación de la partitura, gran negocio para la Casa Amarilla, Margarita Friedeman, entre otros”. (Devia, 2012).
De otra parte, se pretende revisar la incipiente industria cultural que durante estos años empezaba a gestarse en Valparaíso durante el período 1890 – 1930 y que, principalmente, se ve reflejada en la publicidad presente al interior de las partituras. Sobre este aspecto es necesario recordar que en los años de transición del siglo XIX al siglo XX, Valparaíso era la ciudad donde se hacían los negocios del salitre y cambio.
Allá [en Valparaíso] estaba la oficina principal de los grandes bancos. Era una ciudad simpática, comercial y deportiva, de un ambiente en cierto modo extranjero, sobre todo británico. Se oía mucho el inglés en las calles. Muchos apellidos y hasta muchos nombres eran ingleses. Sus tiendas solían estar mejor surtidas que las de Santiago. (González & Rolle, 2005).
La industria musical no se quedaba atrás. A la par de las tiendas y negocios, los establecimientos musicales se encontraban al día con la variedad de productos que pudieran interesar a sus clientes, siendo la partitura uno de los más eficaces medios de publicitarlos.
Así, “en el período 1890 – 1930 surgen en Chile orquestas de baile, compositores y solistas instrumentales de música popular, y ocurren las primeras manifestaciones de una cultura musical de masas con el impacto y desarrollo en el país de las industrias discográfica, radiofónica y cinematográfica”. (González & Rolle, 2005)
El proceso de transferencia está orientado a dos aspectos principalmente:
1. Digitalizar las partituras con el fin de crear un repositorio en la web, que garantice el libre acceso de los usuarios interesados en estos documentos y la información que contienen.
2. Realizar un evento artístico en el que se interprete nuevamente una selección de las melodías presentes en las partituras, para así transferir a la comunidad la memoria cultural de la vida musical en Valparaíso de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX.
Esta fase tendrá como interés especial la puesta en valor y difusión del archivo musical del Fondo de las Artes y Asuntos Patrimoniales de la Universidad de Playa Ancha, como patrimonio documental. “El documento musical es, sencillamente, aquel en el que sin importar su soporte o clase documental nos transmite la música a través del sonido […] la partitura como música anotada o escrita, es la prueba testimonial y material de la actividad musical y artística del compositor”. (Bolaños, 2005).
De esta forma, el proyecto busca ser concretado con la transferencia del imaginario cultural de la época, mediante una serie de estrategias entre las que se incluye una profundización histórica –cuya investigación triangulará la información contenida en las partituras junto con la de los diarios La Unión y el Mercurio de Valparaíso de este período-, y la reinterpretación de las obras protagonistas de las partituras, orientadas a reactivar la memoria musical de estos años.
Es así como la riqueza de este archivo radica en ser un documento histórico que sirve de nexo con la vida musical en Valparaíso durante el período mencionado. El acercamiento a estos documentos por parte de los investigadores, se convierte en fuente primaria para establecer los principales estilos musicales, autores, casas editoriales y países originarios de las obras, reconstruyendo parte de la historia cultural de la ciudad y a su vez, reactivando la importancia de los teatros y establecimientos en que fueron interpretados.
Por lo tanto, el conjunto de partituras a trabajar fundamenta aún más su valor patrimonial al ser evidencia material de la forma en que se percibía el mundo durante estos años. “Las partituras, de una hoja doblada, entregan suficiente información sobre la vida musical de la época, pues, junto a sus sugerentes diseños, incluyen catálogos del repertorio ofrecido por la editorial y referencias a la popularización de la composición por un artista, un disco, una película o una radioemisora”. (González & Rolle, 2005).
Todo lo anterior nos permite afirmar que este conjunto de partituras se constituye en un valioso soporte de transferencia patrimonial cuya puesta en valor permitirá generar vínculos de pertenencia entre los porteños en relación con los espacios culturales propios de su historia, de su música, de su cotidianidad, en resumen, de su identidad.
Referencias Bibliográficas
Biblioteca Nacional de Chile. “Revista los Diez”. Publicaciones periódicas sobre música en Chile (1852 – 2000). Memoria Chilena.
Recuperado de: http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-97180.html
Cabezas, E. (2005). “La organización de archivos musicales: marco conceptual”. En Revista Información, Cultura y Sociedad 13 (Ciudad Autónoma de Buenos Aires). Recuperado de:
http://www.scielo.org.ar/scielo.php?pid=S1851-17402005000200005&script=sci_arttext
Devia, M.T. (2012). “La industria musical y el empoderamiento de los imaginarios sociales en Chile desde finales del Siglo XIX a comienzos del Siglo XXI”. En Revista F@ro. Recuperado de: http://www.revistafaro.cl/index.php/Faro/article/view/55/41
Fahrenkrog, L. (2013). “Hablar sobre patrimonio musical en Chile: reflexiones”. En Revista NEUMA (Año 6). Vol. 2 (Universidad de Talca). Recuperado de: http://musica.utalca.cl/DOCS/neuma/2013-2/neuma%20n%C2%BA2%2046-57.pdf
González, J.P. & Rolle, C. (2005). Historia social de la música popular en Chile, 1890 – 1950. Ediciones Universidad Católica de Chile y Casa de las Américas.
Henríquez, M. R. (2013). “Oferta comercial, publicidad e imágenes en torno a la elite. Valparaíso, 1900 – 1940”. En Revista Universum, (N°28). Vol 1 (Universidad de Talca): 149 – 171
Larraín, J. (2001). Identidad Chilena. Editorial LOM. Impreso en Santiago de Chile.
López, M.C., et. al. (2005) “Manual para inventarios de bienes culturales muebles”. Recuperado: http://www.mincultura.gov.co/areas/patrimonio/publicaciones/Documents/2.%20Manual%20inventario%20Bienes%20Muebles.pdf
Subercaseaux, Bernardo (2004). Historia de las ideas y de la cultura en Chile. Tomo III. El Centenario y las Vanguardias. Edición Universitaria. 252 Págs.